¿Puede ser un ejemplo de periodismo restaurativo? A casi seis meses de los la masacre de militantes políticos, civiles y militares ocurrida el 9 de junio de 1956 en los basurales de José León Suárez, en el partido de General San Martín, Gran Buenos Aires, Argentina, durante el gobierno de facto de la autodenominada "Revolución Libertadora", alguien le dice a Rodolfo Walsh: "hay un fusilado que vive". En el curso de los meses siguientes descubre que hay más de uno: hay siete sobrevivientes. Y va contactándolos uno a uno, mientras reconstruye los hechos y continua acumulando, en forma clandestina, la categórica evidencia que se convertirá en OPERACIÓN MASACRE. Con la publicación del libro en 1957, Walsh no dio por terminada la investigación. En las sucesivas ediciones fue incorporando nuevos elementos y variando su reflexión final sobre los hechos, a medida que variaba su concepción sobre el sistema que regía a la Argentina. Los fusilamientos quedaron impunes, ¿los asesinos probados pero sueltos?. Según palabras del propio Walsh. OPERACIÓN MASACRE, sin embargo, cumple su cometido histórico: pulveriza la versión ¿oficial? de los hechos, impide el ocultamiento de la verdad y ofrece al futuro un invalorable ejemplo.
El libro, además de ser un texto de estudio sobre periodismo de investigación está escrito con la pluma de un escritor de novelas policiales que atrapa al lector hasta el final. Para descargar versión gratuita,
Rodolfo Walsh, Operación Masacre
Lo complicado al vender una nota restaurativa es que el editor pueda considerar que la historia es una apología del crimen. ¿Cómo se puede convencer al editor de que el texto será un éxito periodístico?
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